11 Tim 4:12 Ninguno tenga en poco~| tu juventud, sino ~~ ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

La intimidación es un miedo paralizante frente a la crítica o rechazo. Este miedo apaga las iniciativas y la libertad de ser creativo y audaz. Pablo ordenó al joven Timoteo (de aproximadamente 30 años) que mande y enseñe a obedecer las Escrituras.

Le dijo a Timoteo que “no permita que nadie le subestime”.  El verbo significa “despreciar, menospreciar,  no dar importancia”.  Él debía ser un “ejemplo” o “patrón” (“imagen en el metal, lograda por golpear un molde a fin de imprimir algo”). Pablo enfatizó repetidamente que seguir el ejemplo del líder es una forma de discipulado o enseñanza: “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros” (Fil 3:17; ver también 1 Co 4:16; 11:1; Fil 4:9; 1 Ts 1:5-6; 2 Ts 3:7-9). Timoteo debía ganarse el respeto para su ministerio en cinco áreas.

Primera. Necesitaba ser un ejemplo en “palabra” o “discurso”. Debido a que “de la abundancia del corazón habla la boca” (Mt 12:34), su devoción sería evidente cada vez que él abriera su boca.

Segunda. Debía ser un ejemplo en conducta, demostrando cómo “se había despojado del viejo hombre que está viciado…” (Ef 4:22). Su estilo de vida diario y habitual debía intencionalmente demostrar su obediencia.

Tercera. Timoteo debía ser un ejemplo en amor: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Jn 15:13; ver también 1 Ts 2:7-12).  Esperando con interés sacrificar diariamente sus intereses o necesidades personales para beneficiar a los creyentes.

Cuarta.  Debía ser un ejemplo de fe,  que demostraba su oración confiada en el control e intervención de Dios en momentos de dificultad.

Quinta. Debía ser un ejemplo de pureza al tratar “a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza” (1 Tim 5:2); en otras palabras, debía exhibir integridad y virtud en su trato con el sexo opuesto.

El liderazgo se gana por el respeto en todas estas áreas. Esfuérzate por ser un ejemplo que motive a otros a seguirlo.

“Si yo viviera en Tu presencia, Señor, y si caminara fielmente a la luz de Tus mandamientos, mi confianza vendría de Tu palabra y no de lo que los demás puedan pensar de mí.”