Filipenses 3:17 “Hermanos, sed imitadores~~ de mí, y mirad ~~ a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.”
No es fácil vivir en una “vitrina”, pero de eso precisamente se trata el liderazgo bíblico. Pablo no pretendía ser perfecto, todo lo contrario (Fil 3:12-14). Él quería que los creyentes se unan en su lucha contra el pecado, buscando constantemente la meta de ser como Cristo.
Necesitamos ver el ejemplo de líderes que no son perfectos, que luchan para superar las tentaciones, imperfecciones, desacuerdos, heridas, fallas o desilusiones. ¿Cómo manejan ellos estos problemas?
Pablo es ejemplo de bondad, que supera la carne y las tentaciones, que da un servicio de adoración y de sacrificio para Dios, que muestra paciencia en la persecución, que aprende el contentamiento, el manejo financiero y la edificación de relaciones.
Aquí nos pide aceptar el reto de seguir a los futuros líderes. Les ordena a los Filipenses que “estén continuamente mirando cuidadosamente a aquellos que están viviendo de esta manera, tal como si nos tuvieran como ejemplo”. “Mirar” significa “marcar, espiar, observar, brindar atención a”. Está diciendo “enfóquense en aquellos que diariamente se conducen de acuerdo al patrón correcto que vieron en nosotros”.
El plural “nosotros” implica que Epafrodito y Timoteo fueron igualmente ejemplo, y probablemente estuvieron incluidos los “ancianos (o pastores) y diáconos” (Fil 1:1). Aunque Pablo estuvo poco tiempo en Filipos (Hch 16), la mayoría del modelo de su ministerio fue descrito, para ellos y para nosotros, en todas sus epístolas del Nuevo Testamento.
Los líderes de las iglesias deben “establecerse (a sí mismos) como ejemplo de los creyentes en palabra, vida, amor, fe y pureza” (1 Ti 4:12). Toda iglesia necesita personas que marquen el paso en humildad, servicio desinteresado, disposición a sufrir sin quejarse, devoción ejemplar al propósito de Cristo en la tierra, valentía y dedicación para alcanzar la madurez espiritual.
Aquellos que enseñan y predican la Palabra de Dios tienen doble responsabilidad: Primero, conocer de forma precisa lo que dice la Biblia; y segundo, incorporar sus principios y mandamientos a su vida hasta que su obediencia se haga evidente a todos. Vive para ser un ejemplo.
“Señor, es maravilloso observar a personas que son como Tú. Ellos demuestran Tu gracia y sabiduría en todo lo que hacen y dicen. Por favor ayúdame a ser como aquellos que se parecen tanto a Ti, tal como te revelas en Tu Palabra.”