Lucas 12:40 Vosotros, pues, también, estad preparados ~~, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
En ajedrez, la jugada que no esperas es la que te mata. En Lucas 12:40 nos ordena a no estar desprevenidos cuando el Rey vuelva.
“Estar continuamente preparados” significa “alistarse, prepararse”. Su llegada será una sorpresa y debemos estar siempre listos para ella y preparados para presentarnos delante de Él.
Jesús lo aclaró, “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día” (Lucas 21:34). Imaginémonos nuestra vergüenza si el repentino retorno de Cristo nos sorprende en un acto indignante y en pecados secretos.
Pablo escribió, “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche… Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón… Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios… habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo” (1 Ts 5:2, 4, 6, 8).
Pedro dijo que todo va a ser destruido: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz” (2 Pedro 3:10-12,14).
Juan concluye, “Y todo aquel que tiene esta esperanza en él [que Su retorno es repentino y eminente], se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Jn 3:3). El egoísmo, la ostentación, la búsqueda de placer, y la acumulación de bienes no tienen sentido. Mantente ocupado en Sus intereses.
“Señor, yo sé que el pecado siempre está a la puerta, buscando que ignoremos Tu palabra y actuemos con egoísmo. Que mi corazón y mi mente escuchen siempre Tu voz.