1 Tim. 4:16 “Ten cuidado~~ de ti mismo y de la doctrina; persiste~~ en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.”
Pablo le da a Timoteo las claves para un ministerio efectivo: “Mantente continuamente teniendo mucho cuidado de cómo vives y de lo que enseñas”, y describe doce características de un siervo maduro de Dios (1 Ti 4:6-16): Es un buen siervo (4:6); advierte del error (4:6:a); es un experto estudiante de las Escrituras (4:6c); evita las enseñanzas profanas (4:7a); se disciplina a sí mismo en la santidad (4:7b-9); está comprometido a trabajar duro (4:10); enseña con autoridad (4:11); es un modelo de virtud espiritual (4:12); ministra la Palabra (4:13); cumple su llamado (4:14); está completamente comprometido con su trabajo (4:15a); y, está creciendo espiritualmente (4:15b).
Para cumplir la meta de ser un siervo efectivo de Dios debe “tener mucho cuidado de cómo vive.” “Tener cuidado” significa “tener control, fijar la mente en algo”; debe focalizar su mente y su entendimiento en sus tareas, sus dones, sus oportunidades y en su propia vida.
Antes de enseñar a otra persona, debe asegurarse de estar ya practicando ese principio o mandamiento de las Escrituras. El estudiante se dará cuenta de si lo hace o no, por lo tanto es inútil fingir.
También debe enfocarse en “lo que enseña”. El siervo de Dios no inventa enseñanzas sino que aclara y explica lo que Dios dijo y adapta la aplicación a situaciones actuales sin cambiar la intención original del texto. Cuando está seguro de que entiende su significado histórico original, entonces tiene la confianza de enseñar con autoridad.
“Pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren”: La salvación es por gracia, por medio de la fe, no por nuestras obras (Ef 2:6-8; Tit 3:3), pero una vida santa y una sana enseñanza son el fruto de verdadera fe y facilitan lo mismo en la vida de otros. Santiago dijo, “sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados” (Santiago 5:20).
Los líderes deben ser irreprochables para no convertirse en una piedra de tropiezo para los pecadores que buscan conocer una verdad genuina. ¿La verán en ti?
“Gracias, Señor, por traer a mi vida gente que me mantiene fiel a Tu palabra. Ayúdame a recordar hoy Tus mandamientos y practicarlos en mis relaciones.”