1 Tim 6:12 “Pelea~~ la buena batalla de la fe, echa mano*~ de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.”
Se ha desencadenado una batalla por las mentes y almas de los hombres aunque la mayoría de creyentes no estén conscientes de ella. Pablo usa un lenguaje de competencia atlética. En cambio, en 1 Timoteo 1:18 usa un término militar que significa “pelear bien la batalla”, comunicando así la lucha de vida o muerte por la salvación de los perdidos.
Esto no sugiere que se debe trabajar extra duro para ser salvo; sino que los creyentes debemos competir contra toda clase de malicia y mentira y ganar a los perdidos para la vida eterna. “Competir” significa “pelear por ganar en competencias públicas, o lucha libre”. Pablo dijo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Tim 4:7).
“Buena” viene de una palabra que significa “hermoso, excelente o noble”. El primer verbo en nuestro texto está en tiempo presente y significa “estar continuamente compitiendo por la fe”, pero el segundo verbo está en aoristo imperativo, que significa de una vez y para siempre “echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado”.
Timoteo no necesitaba salvación, porque ya la tenía, pero debía vivir su vida desde la perspectiva de la eternidad. La misma idea está en Colosenses 3:2: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”. Nuestra real nacionalidad está en el cielo: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Fil 3:20).
Todos los verbos, excepto el primero, son aoristos: De una vez por todas, debemos “echar mano de la vida eterna”; de una vez por todas, “fuisteis llamados”; y de una vez por todas, “hiciste la buena profesión”.
No son experiencias que se repiten sino eventos que suceden una sola vez en la vida y que colocan a todo creyente en la competencia pública (2 Ti 1:6) sabiendo que Dios tiene propósitos para nuestra vida y que Dios está siempre con nosotros. ¿Estás en la batalla por las almas de los hombres?
“Señor, ha sido un buen año. Yo reconfirmo vivir para esparcir el evangelio y edificar a Tus seguidores. Nunca volveré atrás ni abandonaré Tu propósito para mi vida. Que la gente me importe este nuevo año tanto como te importa a Ti.”