Gal. 4:12 Os ruego, hermanos, que os hagáis~~ como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho.
Resulta difícil imaginar las dificultades que tenía un judío del primer siglo al volverse como Gentil, dejando de lado su orgullo por ser judío, sus ambiciones personales y el respeto de su pueblo; sacrificando su posición de honor con el fin de adaptarse a un estilo de vida incómodo, extraño, impopular, para luego ser rechazado por quienes amó.
Los Gálatas inicialmente aceptaron el evangelio, pero los falsos maestros seguían a Pablo a cada pueblo y persuadían a la gente a rechazar ese evangelio y a volverse legalistas, practicando la ley para ser salvos.
En esta epístola, Pablo confronta a los falsos maestros, pero cambia su tono a medida que se dirige a los seguidores engañados (Gá 4:12-20). Él aprendió esta forma de exhortar del mismo Señor Jesús y les manda un mensaje similar a los Corintios: “Yo Pablo os ruego por la mansedumbre y ternura de Cristo” (2 Co 10:1).
Si vamos a ser efectivos en cambiar vidas, debemos ser mansos en nuestra manera de acercarnos. Pablo practicó lo que demandó de otros siervos, “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen” (2 Tim 2:24-25a).
Los judaizantes intimidaban a los lectores de Gálatas 4:12 para que vuelvan a obedecer las leyes ceremoniales del Antiguo Testamento. En el 4:17NTV Pablo escribió, “Esos falsos maestros están muy ansiosos de ganarse el favor de ustedes, pero sus intenciones no son nada buenas”.
Pablo acomodó su religión anterior, el Judaismo, tanto como le fue posible: “Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos” (1 Co 9:20). Se reunió con los Gálatas en un lugar común para poder ganarlos a Cristo y ellos aceptaron el evangelio del perdón de gracia, pero ahora estaban vacilando.
Les ordena ser “libres de la ley como yo” (NTV) pero eso no significaba libertad moral o licencia para pecar. Él hacía hincapié en la libertad para recibir la aceptación y el perdón de Dios. Vivamos como Pablo, libres para enfocarnos en Cristo.
“Señor, ayúdame a encontrar gente en mi vida que sean ejemplos para seguir en su obediencia a Ti. Dame la valentía para aprender de la vida de Pablo a ser como Tú.”