Lucas 12:32 “No temáis ~|, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.”
Generalmente nos sometemos o nos rendimos a lo que tememos. En este contexto, Jesús nos advierte a no preocuparnos por la pérdida de seguridad material que suele distraernos de temas importantes de las verdades espirituales. Por otro lado, Dios promete suficientes provisiones materiales a quienes buscan el avance del reino de Dios en el mundo.
Jesús recién había dado el mandamiento de no temer en el verso 4 (no teman a la persecución) y en el verso 7 (no teman ser ignorados), y ahora nos dice que no debemos temer ser abandonados sin las suficientes provisiones. El verso 15 nos advierte de la codicia, diciendo que es la causa principal de este miedo.
En el verso 22, Jesús nos dice que no debemos estar afanados por lo que comeremos o vestiremos. Luego nos da una serie de ilustraciones de cómo Dios tiene cuidado de las criaturas menos importantes para demostrar cuánto más cuidará Él de Sus siervos.
El “miedo” en este contexto es la preocupación de que tus necesidades personales no sean cubiertas si es que entregas tu vida entera para cumplir la voluntad de Dios en este mundo. Él no nos muestra cómo cuidará de nosotros; Él solo nos dice que lo hará. ¿Puedes confiar solo en Él, o necesitas alguna seguridad financiera por si acaso Él no te provea lo que necesitas?
Para muchos, pensar en dejar una posición potencialmente lucrativa a cambio de ser una pieza clave en completar la Gran Comisión es un concepto tan extraño y casi doloroso que solo unos pocos lo toman seriamente. Muchos temen no tener el soporte económico para sobrevivir, por eso renuncian a esa idea. Jesús nos está ordenando no tener miedo de cumplir un papel importante en la misión de Dios en este mundo.
¿Le temes a la voluntad de Dios? ¿Qué tal si Dios pone carga en tu corazón por un grupo de personas no alcanzadas en la India? ¿Estarías dispuesto a confiar que Dios te proveerá? ¿Qué tal si Dios quiere que seas más generoso con tus ofrendas? ¿Podrías confiar que Él te dará todas las provisiones para luego compartirlas también con alguien más?
Dios suele llevar a Sus hijos hacia una cruz… algo que te costará todo. La cruz nunca es barata. Sin embargo, hay un reino al otro lado, y “darte el reino es el placer del buen Padre.” Nunca temas verter tu vida y tus recursos para Su Reino. Nada será pasado por alto.
“Señor, enséñame a ver lo egoísta que es el “miedo” y cómo valorar Tus recompensas por encima de las ganancias terrenales.”