Mateo 6:3, “Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda*| lo que hace tu derecha”.
Somos gente orgullosa, agrandada. Queremos que todos sepan cuán maravillosos y grandes somos. Sólo pregunta a quienquiera si cree que es buena persona.
Jesús enseñó que cuando se da una “dádiva” o un regalo de misericordia a los pobres o necesitados “no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres” (Mt 6:2). Tal vez es una exageración, pero la meta es la misma: Recibir reconocimiento y gloria.
¿No es increíble cuánto quieren todos hablar de sí mismos? Es ridículamente fácil hacer que alguien converse en detalle acerca de sí mismo cuando se le hacen unas pocas preguntas personales. Parece que se murieran por contar a todos acerca de ellos o de sus logros, pero pocos muestran interés en ti.
Mateo 6:3 comienza con el conectivo “mas” (“entonces, por lo tanto”) que significa que los actos espirituales no deben hacerse para beneficio personal, ya que es imposible que tú hagas algo con tu mano izquierda sin que tu mano derecha lo sepa, entonces esto es una hipérbole, una exageración para probar algo. La idea es que ni la persona más cercana debería saber lo que diste en tu ofrenda. El enfoque está en hacer secretamente los actos espirituales que benefician a otros (6:4).
Debemos cuidarnos de que nuestra motivación para hacer esas acciones sea recibir parte de la gloria. La solución es hacerlo en secreto y espontáneamente cuando hacemos algo en beneficio de otros. ¿Podrías tú dar un regalo en efectivo en un sobre que no tenga tu nombre? ¿Puedes imaginarte haciendo un favor a alguien, sin que te lo pida, sin que le hagas saber a él o ella que tú lo hiciste?
Si Dios promete una recompensa por las obras hechas en secreto, ¿no es esa una motivación suficiente para sacrificarse por otros sin hacerles saber lo que hiciste por ellos? ¿Crees que Dios ve tu acción secreta? ¿Crees que Su recompensa vale mucho más que el reconocimiento de una persona?
¿Por qué cambiarías el reconocimiento y la recompensa divina por la alabanza transitoria que podrías recibir del beneficiado? Practica acciones secretas para beneficiar a otros y mira lo que eso hace a tu corazón. ¿Confías que sea Él quien te reconozca? ¿A quién puedes ayudar hoy secretamente?
“Señor, ¿por qué quiero que la gente piense que soy especial o espiritual cuando sé que no lo soy? Enséñame a que yo ame hacer cosas que solamente Tú las sabrás siempre.”