2 Pedro 3:8 “Mas, oh amados, no ignoréis esto~|: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.”
La perspectiva de Dios en cuanto al tiempo es diferente al día a día del hombre ¿Qué significa eso para nosotros?
Pedro discutía del retorno de Cristo, el cual parece que lo ha retrasado mucho. El Señor Jesús volverá a la tierra, tal como lo prometió, pero siguiendo el tiempo que Dios determinó antes de que el tiempo comience. Su Palabra promete que regresará (Hch 1:11), pero ha demorado ese retorno “no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (3:9). Existe un plan para Su demora, y tiene que ver con el aumento de la salvación de creyentes a nivel mundial.
Le dijeron: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (Mt 24:3). Luego de dar una serie de señales catastróficas, Jesús concluyó: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones [ethnos o etnias]; y entonces vendrá el fin” (24:14).
El capítulo 24 trata de los días horribles de “la gran tribulación” (24:21), los cuales empezarán después de que Jesús regrese a arrebatar a todos los creyentes (1 Ts 4:15-17). El cumplimiento de la Gran Comisión (Mt 28:19-20), que ordena a la iglesia a hacer por lo menos algunos discípulos en cada etnia de la tierra, define cuándo regresará Jesús.
En el año 2011 existen aproximadamente 1.640 grupos étnicos que no conocen el mensaje del evangelio en su propio idioma y deben convertirse en la prioridad de la iglesia mundial. Jesús espera que la iglesia complete lo único que le pidió: “hacer discípulos de todas las naciones” (étnicas).
Pedro dice: “no ignoréis esto”, porque quiere que todos nosotros reconozcamos que existe un propósito para la demora de Jesús. No es sin propósito.
Estamos cerca. Al abrirse el libro de los siete sellos en el cielo, o al principio de los siete años de la Tribulación, existirá gente “de todo linaje y lengua y pueblo y nación (ethnos)” (Ap 5:9). ¡Alguien cumplió la misión! Aún se necesitan pioneros y traductores.
“Padre, quiero que cada día sea tan importante para mi como mil años. Ayúdame de ver cada encuentro como parte de tu propósito divino, y dáme el valor de hacerlos contar para la eternidad.”