Santiago 4:8a “Acercaos*~ a Dios, y él se acercará a vosotros…”
¿Queremos realmente que Dios esté con nosotros todo el tiempo, conociendo todos nuestros pensamientos, durante todo el día? La salvación no es una oración, sino decirle a Cristo que sí, efectivamente, confías en Él y quieres que por siempre Él sea parte íntima de tu vida.
No puedes fingir este compromiso. Mateo habló de buscar a Dios por motivos egoístas: “Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mt 15:8-9). Ellos, al hacer actos religiosos, buscaban ser aceptados por los demás.
David aconsejó a su hijo Salomón con palabras similares a este mandamiento: “Reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás” (1 Cr 28:9). Tú, pregúntale a Él si aprueba todos tus pensamientos y ambiciones.
Hebreos dice, “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro… Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos con agua pura” (He 4:16; 10:22). No hay duda que Dios quiere que camines cerca de Él, estando de acuerdo con todo lo que Él dice, y confiando que Su camino es mejor.
El gemir del corazón del redimido es por una comunión más profunda con Dios. El salmista describe esta pasión por Dios: “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, Para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario. Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida…” (Sal 63:1-4).
“Jesús, cuando te adoro en nuestras reuniones, es tan fácil cantar canciones y sentir Tu presencia cuando canto para Ti, pero me pregunto si yo realmente amo a los perdidos tanto como Tú los amas. No quiero estar cerca de Ti solamente para sentirme bien; quiero estar cerca de Ti para ser como Tú.”