1 Tes 5:18 “Dad gracias~~ en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
En el Nuevo Testamento hay varias descripciones específicas de la “voluntad de Dios”, relacionadas directamente con los mandamientos de las Escrituras. ¿Agradecemos en toda circunstancia?
“Todo” incluye luchas, heridas, fallas, conflictos, pruebas, oposición, dificultades, desilusiones y pérdidas. Debemos dar gracias no solo “por”, sino “en” todo. A los creyentes nos suceden cosas malas que no necesariamente vienen directamente de Dios.
En medio de esas circunstancias podemos agradecerle por Su presencia y por compartir nuestros dolores y pérdidas: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28:20).
En Hechos 5:41, los discípulos “salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre”. En Romanos 8:28, Pablo describió el fundamento del agradecimiento, “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
Nuestro Dios omnipotente, Cuyo propósito finalmente nos beneficiará a nosotros o a otros, controla las circunstancias de la vida.
Como un árbol se fortalece con el soplar del viento, así la dureza y dificultades de la vida generan un espíritu resistente: “Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia” (Stg 1:2-3).
Saber que Él está en control, y que cualquier cosa que suceda es parte de un propósito mayor, nos hace confiar en Él porque nos considera dignos de formar parte de Su plan.
Con esta perspectiva, el agradecimiento es indispensable en nuestras oraciones. Pablo escribió, “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias” (Col 4:2). Nada expresa más nuestra confianza en Dios que un corazón agradecido. “Porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mt 12:34).
Después de haber estado seis años encadenado, Pablo dijo: “Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas…..para que todos los gentiles oyesen” (2 Tim 4:17). El propósito de Dios hace que todo valga la pena. Aprende a ser agradecido… y díselo a Él.
“Aunque nuestras vidas pasen por tormentas y el gozo esté lejos, podemos estar agradecidos de que Tú estás presente, que entiendes y que estás en control de todas las cosas. Por eso, descansamos y sacamos fuerzas de Ti. Gracias.”