Santiago 1:7-8, “No piense~|, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.”
¿Te has dado cuenta lo fácil que es subir y bajar emocionalmente? Quien ve a Dios como un papá Noel puede fácilmente ser decepcionado.
Conocer a Dios a través de nuestras experiencias personales solo traerá duda y desilusión. Dios puede ser verdaderamente conocido únicamente a través de la revelación: “la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Ro 10:17).
Son temas del corazón. La persona que quiere creer encontrará suficiente evidencia en la Biblia. Quien no quiere creer, aunque experimente con el Cristianismo, encuentra excusas, tales como desacuerdos o desilusión con el pueblo de Dios, y abandona aún más la búsqueda de la verdad.
Esa persona [Santiago 1:6] “no piense”, es decir, “no espere, no considere algo como verdad” “que recibirá cosa alguna del Señor”.
La fe no es predicción o suposición. Estar decepcionado por haber obtenido resultados menores a los esperados, no es fe. La suposición es un esfuerzo que actúa sobre lo que se supone que Dios va a hacer; es un intento de ignorar las dudas enfocándose en lo positivo, como si el esfuerzo de eliminar la duda pudiera garantizarle los resultados.
Esas oraciones escépticas a menudo son egoístas, quieren beneficiar principalmente a la persona que ora. Por otro lado, la fe se basa en confiar que Dios cumplirá Su voluntad, independientemente de lo que ésta sea, cumplirá Su propósito en medio de las circunstancias. Una fe que confía y que es ejercitada en oración nunca tiene desacuerdos o desilusiones.
Nos da dos características adicionales del que duda: Primera, es “de doble ánimo”, es decir, que “tiene dos almas”. Quiere estar aliado a Dios pero rechaza ser obediente. Busca algo para sí mismo bajo la envoltura religiosa.
Segunda, Su insinceridad es evidente porque es “inconstante en todos su caminos”. Experimenta altos y bajos, siendo controlado por las circunstancias. Sus emociones le hacen poco confiable. Es el típico “necio” del libro de Proverbios.
Nunca intentes imponer a Dios. Confía en Él sin que importe lo que suceda, y ¡espera! Cumple Su palabra y confía en Él en todas las situaciones, independientemente de los resultados.
“Guárdame de suponer cuando oro. Ayúdame a conocerte bien con el fin de orar de acuerdo con Tu perspectiva y con Tu plan para este mundo.”