Santiago 5:13 “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración~~. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas~~.”
Los cristianos han generado muchas creencias y prácticas debido al mal entendimiento, pero pocos conceptos han sido tan malentendidos como éste.
Algunos quieren que este versículo prometa a todos los creyentes que siempre van a ser sanados, pero a veces Dios nos mantiene débiles y dependientes.
La palabra para débil o enfermo (Gr. Astheneo) significa “débil, sin fuerza, o impotente”. Se la usa al hablar de Cristo siendo “crucificado en debilidad” (2 Co 13:4), aquí no habla de enfermedad.
Pablo, al describir su sufrimiento en el ministerio dijo, “nos gozamos de que seamos nosotros débiles, y que vosotros estéis fuertes” (13:9). También se la usa para enfermedad o debilidad físicas (Mt 25:39; Jn 4:46; 11:1-3, 6; Fil 2:26-27; y 2 Tim 4:20). ¿Qué significa en este contexto?
Un indicador es el paralelo de Santiago 5:15: “La oración de fe sanará al enfermo”. Aquí la misma palabra significa “cansado, fatigado, incluso cansado de vivir”. Hebreos 12:3 nos exhorta a “Considerar a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar”. El uso de esta palabra indica que “débil” sería una mejor traducción que “enfermo”.
La iglesia primitiva vivió bajo amenazas y persecución; muchos creyentes fueron afligidos, golpeados, torturados o acosados, por eso se les instruyó a los líderes “que alentéis a los de poco ánimo” y “que sostengáis a los débiles” (1 Ts 5:14).
En Santiago 5:14, manda al lector a que “llame urgentemente” a los pastores o líderes de la iglesia de la comunidad Judío-Cristiana a su casa para ser “ungido con aceite”, costumbre judía para aliviar el dolor o la enfermedad.
Cualquiera sea el efecto medicinal, el objetivo era comunicar que la iglesia se preocupaba lo suficiente de las personas que estaban sufriendo como para ir a donde ellas, ayudarlas en su dolor, orar, animarlas, y mostrar solidaridad con el miembro lastimado o derrotado. El cuerpo de Cristo es un cuerpo; abrazamos al que está en necesidad; oramos unos por otros.
“Amado Dios, nos has dado instrucciones para cada eventualidad de la vida, inclusive para cuando estamos enfermos. Te alabo por los líderes de la iglesia que están dispuestos a orar por aquellos que están necesitando Tu toque de sanidad, sea su necesidad física o espiritual.”