Santiago 5:14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame*~ a los ancianos de la iglesia, y oren*~ por él, ungiéndole (gerundio) con aceite en el nombre del Señor.
¿Por qué es siempre la oración nuestro último recurso? Santiago ordena: “tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” (1:2); y concluye su epístola ordenando que “estén regular o habitualmente orando” cuando alguien esté “sufriendo” (sufrir maldad, o estar afligido).
Les escribe a los creyentes judíos de la Iglesia Primitiva que huyeron de Israel debido a la persecución de Hechos 8:1-4, perdiéndolo todo y convirtiéndose en personas sin patria. Su ciudadanía estaba en el cielo, y esa era su esperanza.
Tal vez les exhortaba a orar para entender la sabiduría de Dios en esas pérdidas y sufrimiento horribles, y para aprender a estar contentos. Sin esa fuerza interna que viene de permanecer en la presencia de Dios no podrían soportar sus aflicciones. Si Cristo necesitó orar por fuerzas para atravesar el día de Su crucifixión, ¡cuánto más la necesitamos nosotros!
Pablo no solo sufrió persecución externa, sino también aflicciones físicas en su cuerpo. Tres veces oró para ser aliviado y Dios le contestó dándole Su sabiduría para entender por qué era necesaria esa aflicción: Porque era privilegiado al recibir “abundancia de revelaciones”, lo cual podía hacer que se “exaltase desmedidamente” (2 Co 12:9), Dios le respondió, “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad”.
Pablo aprendió: “de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”. La sabiduría de Dios puede no ser de nuestro agrado, pero siempre será de beneficio para otros. El “poder de Dios” es la suficiencia manifestada en la “gracia” de Dios en situaciones agonizantes. ¿Es eso suficiente para ti?
Esa es la manera de “animarnos unos a otros” (1 Ts 5:11). Si esa fuera la prueba de la efectividad de tu vida de oración, ¿aprobarías?
“Señor, Su voluntad para cada uno de nosotros es tan perfecta, pero justo mide las dificultades que podemos aguantar para depender de Ti y experimentar Su poder para perseverar. Gracias por tu plan.”