Col 3:1 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad~~ las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.”
Cuando uno viaja, siempre tiene la certeza de volver pronto a la casa. Es impresionante lo que se puede soportar con ese solo pensamiento.
Pablo dijo que quien sigue a los falsos maestros y a su legalismo impuesto se vuelve “vanamente hinchado por su propia mente carnal” (Col 2:18), es decir, autosuficiente.
Quienes se enfocan en reglas específicas “de acuerdo a mandamientos y doctrinas de hombres” (2:22), tienen apariencia de espiritualidad, “pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne” (2:23).
Por otro lado, la actitud que transforma vidas está descrita en Colosenses 3:1. Comienza con el mandamiento “continuamente o habitualmente buscad las cosas de arriba”, que significa “desear tener o desear experimentar, priorizar” la presencia de Jesús que está en el cielo.
La gente busca lo que piensa que saciará sus necesidades y deseos. Debes tomar una decisión: ¿Creerás la evidencia de las Escrituras acerca del valor de “buscar continuamente las cosas de arriba”?
Esto significa elegir sacrificar ahora algunas satisfacciones personales a fin de vivir para los propósitos del reino de Cristo porque esto traerá mayor satisfacción y significado a nuestras vidas, especialmente cuando le veamos a Él cara a cara.
“Ya que morimos con Cristo, creemos que también viviremos con Él” (Ro 6:8). Escogemos que “vivir con Él” sea nuestro más grande deleite. ¿Estás deseoso de hacer eso hoy día?
Aquí está la Persona más poderosa, importante y majestuosa de toda la creación… y nosotros somos de Él… y ¡Él es nuestro Salvador y Señor! Nosotros le servimos al Rey de reyes, y Señor de señores.
El creyente tiene que ver todo en esta tierra desde Su perspectiva celestial. “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir” (He 13:14).
El creyente elige hacer del cielo su principal deleite, para anticiparse a verle a Él cara a cara, estando con Él, agradando a la más grande expectativa de su vida. Esta vida es solo un peregrinaje. ¿En dónde quieres estar?
“Oh, Señor, cuánto deseo verte cara a cara. Los pensamientos de vivir contigo eternamente son los deleites más grandes de mis días. Todo en la tierra pierde su color cuando pienso en eso.”