1 Cor. 10:15 “Como a sensatos os hablo; juzgad*~ vosotros lo que digo.”
La prueba para saber si una persona es sabia es su respuesta a la corrección y a los mandamientos. “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Prov 1:7).
En 1 Corintios 10:15 Pablo les habla como a “sensatos” (prudentes o sabios) y lo hace muy amablemente, usando una motivación positiva para lograr que apliquen los mandamientos a sus vidas, pero ¿alguien escucha? “Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, ¡si me oyeres!” (Sal 81:8).
Pablo dio antes el mandamiento: “huid de la idolatría” (10:14). Idolatría es mucho más que orar a un ídolo. Cualquier cosa que sea el centro de tu vida (búsqueda de placer, posesiones, prestigio, seguridad financiera o éxito), tu deseo principal, es tu dios.
Puede no estar mal en sí, pero si lo amas más que a Jesús, es un ídolo, y debe irse. “Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mt 6:21): ¡Ten cuidado de que tu tesoro seas tú mismo! En una lista de pecados, Pablo describe a un “avaro, que es idólatra” (Ef 5:5; Col 3:5).
“Inmediatamente juzguen lo que digo”, o “consideren y discriminen entre lo bueno o malo”, no entre lo que te gusta o disgusta.
“El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente” (Prov 15:5). A un necio se lo reconoce por no escuchar la sabiduría de sus autoridades. Además, “No toma placer el necio en la inteligencia, sino en que su corazón se descubra” (Prov 18:2).
Un necio “confía en su propio corazón” (Prov 28:26), solo confía en lo que él quiere, sin importar lo que Dios dice.
Un necio “menospreciará la prudencia de Tus razones” (Prov 23:9), principalmente porque desaprueban lo que él desea. Peor aún es un “sabio en su propia opinión. Más esperanza hay del necio que de él” (Prov 26:12).
La respuesta de la gente a los mandamientos y consejos de las Escrituras revela su carácter. ¿Aprecias la corrección? ¿Buscas siempre consejo?
“No es fácil ser corregido o constantemente exhortado por Tu palabra y por tus siervos fieles, pero anhelo que Tu voluntad sea hecha. Deseo tanto ser como Tú que te ruego me corrijas y me enseñes con Tu palabra.”