Marzo 10. Edifíquense los unos a los otros.

1 Tes. 5:11 “Por lo cual, animaos~~ unos a otros, y edificaos~~ unos a otros, así como lo hacéis.”

Una regla en hermenéutica es que cuando veas la frase “por lo cual”, ¡debes parar y fijarte a qué se refiere! 

En este caso, se refiere a la declaración clara de Pablo de que “no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo” (5:9); y, que “vivamos juntamente con él” (5:10).

Los creyentes nunca experimentaremos el terror de la ira de Dios contra los pecadores incrédulos en el Día del Juicio, ni la sentencia de pasar la eternidad en el infierno.

El primer mandamiento es “estar continuamente animándose unos a otros”, y para eso usa la misma palabra de Tesalonicenses 4:18. Este mandamiento está unido al segundo, “estar continuamente edificándonos unos a otros” que viene del verbo que significa  “construir casas, templos, erigir”, por lo tanto quiere decir, “establecer, hacer más fuerte, o inspirar”.

La mente humana egoísta usa la promesa del regreso inminente de Cristo para decir que el tiempo es demasiado corto para empezar algo para Dios. Por eso se nos exhorta que no “durmamos (metáfora de ser inútiles para el reino), como los demás, sino que velemos y seamos sobrios”, siempre actuando en “fe, amor, y… esperanza” (5:8).

Hay gente para amar hasta la cruz y hay multitudes de no creyentes para guiar a la salvación, que nunca han escuchado ni una sola vez el evangelio. Aún no podemos abandonar la tarea.  Tú, todos los días, cuenta las veces que alientas a alguien; luego, haz que ese número aumente constantemente.

Pablo termina este mandamiento diciendo, “así como lo hacéis”.  Antes escribió, “Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en ello más y más”  (4:1); y, “vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros; y también lo hacéis así con todos los hermanos…  os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más…” (4:9-10). 

¡Haz que el regreso de Cristo interrumpa miles de planes tuyos y de tu iglesia, y ponte a alcanzar a los perdidos de este mundo!

Señor Jesús, sé que necesito ayuda para alcanzar al mundo con Tu mensaje y para animar a otros creyentes a seguir Tu ejemplo.  Ayúdame a hacerlo con el mismo cuidado amoroso que Tú tan dispuestamente mostraste a Tus discípulos.”

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