1 Tes. 5:13 “y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz~~ entre vosotros.”
En el verso anterior, Pablo pidió a los creyentes que “honren”, “reconozcan” o “aprecien a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan”.
La relación entre el cuerpo de creyentes y su(s) pastor(es) debe ser de sano respeto, de lo contrario se desvía hacia sospechas y disputas sin salida.
“Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe…” (He 13:7, ver también 13:17).
En 1 Tesalonicenses 5:13, Timoteo había regresado recién de Tesalónica. Evidentemente, algunos se negaban a obedecer a sus líderes, lo cual provocó la exhortación de Pablo, “que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra” y “tened paz entre vosotros”. Ellos debían “tenerles el más alto aprecio” (literalmente, “estimarles híper abundantemente”).
Estos líderes estaban cumpliendo tres responsabilidades: Primera, estaban “trabajando”, significa “estar agotado, cansado o extenuado”. Pablo escribió, “Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan” (1 Co 16:16).
Segunda, estaban “sobre ustedes en el Señor,” viene de una palabra que significa “pararse delante, presidir, liderar o gobernar”.
Tercera, estaban “amonestando” a la iglesia (“tomar en cuenta o advertir, corregir mediante la disciplina, aconsejar”). Enseñaban a la iglesia a obedecer los mandamientos.
Posteriormente, Pablo da la clave para la unidad en la iglesia: “(continuamente) tened paz entre vosotros”. El verbo implica el fin de hostilidades, peleas o riñas.
En Colosenses 3:15 él nos recuerda el mandamiento: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones” (Col 3:15), es decir, hagan todo lo posible para que la paz reine entre el cuerpo de creyentes. ¿Somos nosotros “pacificadores” en nuestra iglesia?
“Amado Señor, Tú nos has dado pastores y maestros para ayudarnos a aprender a vivir para Ti. Que yo siempre respete y honre, como Tú lo has ordenado, a quienes Tú has dado autoridad espiritual sobre mí.”