Marzo 28. No juzgues por las apariencias externas.

Juan 7:24 “No juzguéis~| según las apariencias, sino juzgad*~ con juicio justo”.

Es algo naturalmente humano tomar las cosas como parecen, como si fueran una realidad, o ver lo que queremos ver en otros. Juzgar por las apariencias nos hace equivocar y nos trae muchas consecuencias negativas.

En Juan 7:19, Jesús estaba enseñando el tercer día de la semana de la fiesta de los Tabernáculos que quien habla de sí mismo busca su propia gloria, pero aquel que “busca la gloria de [Dios] es verdad y no tiene injusticia en Él”.

Luego Jesús añadió, “¿No les dio la ley Moisés, y ninguno mantiene la ley?” La multitud se enorgullecía por parecer obediente a la parte más estricta de la ley. Criticaban y condenaban a quien actuara diferente.

Después Jesús hizo una declaración “anti religiosa”: “Dejen de juzgar de acuerdo a las apariencias externas”. Ya que Jesús no estaba a la altura de sus expectativas, Él fue rechazado mucho antes de aclarar Sus enseñanzas acerca de Su deidad. Cuando Jesús condenó sus hipocresías, hizo que las instituciones religiosas busquen una justificación para crucificarlo.

Todos los días, nosotros tomamos decisiones de aceptar o rechazar potenciales empleados, miembros del equipo, compañeros de vida, amigos, etc., y basamos nuestras decisiones principalmente en apariencias.  Muy pocas personas pueden ver más allá de lo externo y valorar las cualidades internas.

Se nos dice que “juzguemos con juicio justo”. Antes, Jesús había dicho, “No juzgues o tú también serás juzgado” (Mt 7:1); Él estaba denunciando a quienes tenían actitudes de crítica y condenaban a los demás comparándolos con sus propios estándares “superiores”. Ellos desechaban a quienes no estaban “a su altura”.

Aun el profeta Samuel se sorprendió cuando Dios escogió a David para ser rey. El aprendió que “Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Sam 16:7b). “Juicio justo” se refiere a tomar en serio los valores bíblicos y Sus mandamientos. La sabiduría de la Palabra de Dios contiene este “juicio justo”. Juntos podemos ayudarnos a ser mejores seguidores de nuestro Salvador.

Dame sabiduría, querido Señor, para ver a otros tal como Tú los ves, sin apresurarme a juzgarlos por meras apariencias.  Quiero aprender a ser paciente y a dar tiempo para que Tu Espíritu provea una visión bíblica y entendimiento al yo tratar con otras personas.”

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