Fil. 2:5, “Haya, pues~~, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús.”
El secreto de cualquier equipo deportivo exitoso es tener un vínculo intelectual entre el capitán y el entrenador. El capitán debe pensar de la misma manera que el entrenador y creer que el entrenador conoce lo mejor.
Se necesita mucho esfuerzo práctico para desarrollar y mantener este vínculo.
La meta de la nueva vida en Cristo es esta: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios” (Ro 12:2).
Debemos programar nuestro marco mental (pensamientos, creencias y valores) de manera que nuestra motivación y comportamiento demuestren, por experiencia, que la voluntad (mente) de Dios es “buena, agradable y perfecta”.
Tomando el sentido del verbo, su posición enfática en la oración, y el tiempo del verbo, se puede llegar a esta traducción: “Por esto (lo descrito anteriormente) es que tu mentalidad, habitual o continuamente, debe ser como la que estuvo también en Cristo Jesús” (la cual Pablo describirá a continuación).
En este contexto, Jesús siempre consideró a otras personas y sus necesidades como prioridad mayor que Sus propias necesidades humanas (Fil 2:3-4). Él nunca fue personal o egoístamente ambicioso o engreído, sino que “se despojó a sí mismo” para ser nuestro Salvador.
No es una conformidad externa la que debería reinar supremamente en la vida personal y comunitaria de los creyentes, sino una mentalidad interna de auto-sacrificio, de dar de sí mismo, y de amar sin interés, beneficiando a otros.
A los creyentes se les debería ver sirviéndose mutuamente de muchísimas formas, sin esperar beneficios personales o sin jactarse de sus propios derechos.
Concluyendo dramáticamente Su vida, mientras los discípulos estaban peleando acerca de quién debería ser el mayor en el reino del Mesías (Lc 22:24), Jesús, el Rey de reyes, se levantó, puso agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies sucios de Sus discípulos (Jn 13:4-5). ¿Cuál es tu mentalidad hoy día?
“Amado Jesús, Tú estabas dispuesto a sacrificar todo para cumplir la voluntad de Tu Padre. Por favor, dame un corazón dispuesto a servir a otros para que yo pueda ser usado para cumplir Tus propósitos para mí en esta tierra.”