1 Tesalonicenses 4:18 “Por tanto, alentaos~~ los unos a los otros con estas palabras.”
Pablo acabó de enseñar lo que sucederá después de la muerte, “…amados hermanos, queremos que sepan lo que sucederá con los creyentes que han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza” (1Tes 4:13NTV). ¿No te alegra poder saberlo a ciencia cierta?
Este mandamiento en tiempo presente está destinado a ser un estímulo constante y no una palabra momentánea de optimismo.
La idea es que estemos constantemente anticipando la partida de esta vida para estar presentes con el Señor. Pablo escribió, “Sí, estamos plenamente confiados, y preferiríamos estar fuera de este cuerpo terrenal porque entonces estaríamos en el hogar celestial con el Señor” (2 Co 5:8NTV).
Este “aliento” debería existir mucho antes de morir; por eso debemos estar preparándonos mutuamente tanto intelectual como emocionalmente.
Pedro la describió así, “Entonces Dios les dará un gran recibimiento en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 P 1:11NTV).
La palabra original para “aliento” conlleva la idea de suplicar o implorar a alguien para que se goce y se alegre acerca de una realidad venidera. La muerte no es el fin de nuestra existencia, sino el comienzo de nuestra vida infinita con Cristo.
Los creyentes se preguntaban acerca de sus amigos que habían partido ya y que habían puesto su fe en Cristo: ¿Serían resucitados también? Pablo les aseguró que los “muertos en Cristo” serían resucitados primero; luego vendrá un evento maravilloso en el cual todos los creyentes vivos serán transformados instantáneamente a sus cuerpos glorificados, sin jamás haber muerto; luego serían tomados todos juntos para reunirse con Cristo en el aire.
Esta es la “esperanza bienaventurada” para aquellos que estén vivos cuando Jesús vuelva. Pablo vivió “mientras anhelamos con esperanza ese día maravilloso en que se revele la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:13NTV).
Ningún creyente será dejado. ¿Puedes gritar desde el fondo de tu corazón, “Ven Señor Jesús”?
“Padre Celestial, ¡Qué tremenda celebración debemos esperar Tus hijos! Gracias por esa promesa. Ayúdame a siempre anticipar Tu regreso y a animar a otros a vivir como si éste fuera nuestro último día en la tierra.”