2 Tim. 2:23 “Pero desecha~~ las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.”
“Escoge bien tus peleas”, me dijo una vez un sabio amigo. Algunos temas solo generarán más problemas, imposibles de resolver.
Timoteo evidentemente necesitó la exhortación de no ser argumentativo, o no tomarlo personal cada tema que se presente en una nueva iglesia. Su tarea ya fue establecida, “sigue la paz con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2 Tim 2:22).
Los falsos maestros siempre han sido un problema en las iglesias. Algunas de sus falsas enseñanzas eran más peligrosas (heréticas) que otras (errores de mala interpretación o de enseñanza). Pablo ordenó a Timoteo que “deseche”, o “evite” esas “necias” (“tontas, estúpidas”) e “insensatas” (“desentrenadas o indisciplinadas”) controversias o “especulaciones, temas de alta disputa, sin base cierta de verdad”.
Pablo no estaba demandando que Timoteo no tenga contacto con los falsos maestros que estaban influenciando a la iglesia, porque ya le había dicho que los reprenda; sino que evite debates largos y públicos que solo llevan a “cuestiones necias e insensatas”, o peor aún, causan “contiendas”.
Se requiere de gran madurez para mantener la regla de “la paz de Dios” en medio de la congregación. Las controversias solamente producen división y contiendas. Eso no es saludable.
Antes, Pablo ya había advertido, “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad” (1 Tim.6:3-5).
Una vez que la persona es convencida por una falsa doctrina, hay muy poca esperanza de cambiar su mente, a no ser que esté abierta a creer todo lo revelado en la Palabra de Dios.
Pablo era rápido para discutir y demostrar el evangelio, pero no perdía tiempo discutiendo revelaciones extra-bíblicas. Cualquier cosa que distraiga de la autoridad y valor de la Palabra escrita de Dios es imaginación humana y no tiene ningún beneficio saludable. Evítalo.
“Yo oro por visión y entendimiento de Tu palabra para poder evitar contiendas innecesarias en mi relación dentro del cuerpo de Cristo. Sé que Tú quieres que Tus hijos vivan en paz mutuamente, tanto como sea posible.”