2 Tim. 3:5 Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita~~.
Hay personas de las cuales es mejor no ser amigos. Proverbios 13:20 advierte, “El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado”. Escoge cuidadosamente a tus amigos, porque serás como ellos.
Pablo había descrito recién la naturaleza necia de la generación del fin del tiempo: “amadores de sí mismos (narcisistas, centrados en sí mismos), avaros (que aman el dinero), vanagloriosos, soberbios (arrogantes), blasfemos (abusivos verbales) desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables (no perdonan), calumniadores, intemperantes (no tiene dominio propio), crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores (dispuestos a la traición), impetuosos (dispuestos a la imprudencia), infatuados (inflados), amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella” (2 Tim 3:2-5).
La orden permanente para los creyentes verdaderos es de “continuamente evitar a personas como éstas”. El verbo “continuamente evitar” significa “alejarse de, esquivar”, y no solo que debe ser una acción constante, sino que al estar en voz media, significa “actuar por uno mismo” o “hacerte evitar” a esas personas. Implica que no es una decisión fácil de practicar, por lo tanto debemos obligarnos a obedecerla.
El contexto habla de enseñanzas liberales o falsas que pueden tomar la forma de sacramentalismo (culto basado en el ejercicio de los sacramentos), ecumenismo, subjetivismo, experimentalismo, misticismo, pragmatismo, racionalismo o filosofías que suenan razonables y piadosas.
Ya que sus creencias no vienen de las Escrituras, inevitablemente contradicen la palabra escrita de Dios, haciéndola menos importante que sus revelaciones “frescas”. Todos los creyentes deben ser enseñados a reconocer y evitar esas enseñanzas.
La dureza de este mandamiento debe ser balanceada con el mandamiento anterior, “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos… que con mansedumbre corrija a los que se oponen” (2 Tim 2:24). Nuestro enemigo es astuto y le encanta crear error y división en la familia de Dios. Señor, mantennos fieles a Tu palabra.
“Señor Jesús, gracias por darnos enseñanzas tan claras en cuanto al tipo de personas que debemos evitar mientras vivimos para darte a Ti la gloria. Ayúdame a no ser cegado por aquellos que te rechazan.”