1 Co. 1:31 “para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese~~ en el Señor”
Puedes tener una conversación tan solo haciendo preguntas. Hay personas para quienes es tan importante que los demás tengan una alta opinión de sí, que hablan de sí mismos durante horas, y rara vez la conversación es recíproca… ¡ni se dan cuenta de lo que están haciendo!
La sabiduría de Dios al proveer una salvación inmerecida fue que “nadie se jacte en su presencia” (1:29). Los jactanciosos no están en sintonía con los caminos de Dios.
A través de un plan increíble, ingenioso, e incomprensible nuestro Dios diseñó un camino para que todos recibamos el mismo nivel de “justificación, santificación y redención” (1:30) ¡como un regalo!
Pablo ordena que nos “gloriemos en el Señor”. “Gloriarse” significa “levantar tu cuello o llevar tu cabeza con orgullo”. Debido a lo importante de este concepto, lo repite literalmente en 2 Corintios 10:17.
Pablo al referirse a sí mismo decía: “Si debo jactarme, preferiría jactarme de las cosas que muestran lo débil que soy” (2 Corintios 11:30). ¡Somos tan diferentes a Pablo!
Hablamos de nuestros logros, éxitos o de algo que hayamos hecho para impresionar a otros. Alardeamos de cosas equivocadas y nos enorgullecemos por cosas que no significan nada para Dios: “No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová” (Jer 9:23-24).
¿Has sentido alguna vez vergüenza de que te llamen cristiano en público? ¿Cómo es posible que un musulmán o un hindú sean más orgullo-sos de su creencia que un creyente en Cristo Jesús?
Tenemos la historia más grande, jamás contada, y al Rey de reyes, nuestro Salvador, cuya salvación es su única esperanza. Algún día será tan obvio, tan grande y tan visible mundialmente que resultará absurdo no gloriarse en Su realidad. ¡Cuéntale a alguien, hoy día, lo feliz que eres de pertenecer a Jesús!
“Esta vida no es digna de vivir si no la estoy dedicando cada día a entenderte y conocerte mejor. Que solo me gloríe en lo que Tú cumplas en y a través de mi vida.”