Noviembre 2. Nunca dejes de regocijarte.

nov-2-1tes5-16-gozoso1 Tesalonicenses 5:16, “Estad siempre gozosos~~”.

      Por mandato divino, todos los creyentes debemos regocijarnos en toda situación.  Un espíritu negativo o crítico refleja poco respeto a la autoridad de las Escrituras, muestra sospechas en cuanto al carácter de Dios, e inevitablemente lleva a una desobediencia pecaminosa.     

      Pablo enfrentó muchos alborotos, frustraciones y amenazas cuando estaba “sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido” (Hch 20:19).

No era un ambiente para regocijarse, pero era precisamente ahí donde podía impactar grandemente. Él dijo que el creyente vive por encima de su entorno, vive en donde siempre abunda el gozo, “como entristecidos, mas siempre gozosos” (2 Co 6:10).

      Algunas de nuestras calamidades son causadas por nuestra propia ignorancia, terquedad, orgullo, impaciencia o impulsividad, pero otras están fuera de nuestro control. De todas formas, el cristiano tiene un sentimiento profundo de confianza y victoria por su vínculo con Jesucristo, quien conquistó la muerte y todos los males de esta vida. “En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Sal 16:11).

     Cuando el carcelero de Filipos creyó en Cristo “se regocijó con toda su casa de haber creído a Dios” (Hch 16:34). Su gozo personal fue mayor porque toda su familia y sus siervos escucharon el evangelio y creyeron. Este gozo no es de este mundo: “nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Ro 5:2) cuando Cristo sea revelado. ¡No puedo esperar!

      Pedro lo explicó: “para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas” (1 P 1:8-9).

Nuestro texto dice “en todo tiempo regocíjate, constantemente y siempre”. Cualquiera sea tu situación, debes saber que Dios está en control y Sus propósitos para ti van más allá de tu imaginación. ¡Regocíjate en Su promesa!

Por favor haz que mi fe continuamente crezca y me dé el entendimiento necesario para regocijarme en toda circunstancia.  Que no menosprecie Tu carácter enojándome cuando las cosas van ‘mal’.

 

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