1 Cor 12:31 “Procurad*~, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.”
Algunos de los principios establecidos en 1 Corintios 12 muestran cómo Dios escoge distribuir los dones espirituales y cómo cada creyente debería estar contento con sus dones.
Pablo exhorta a la iglesia de Corinto a “estar continuamente procurando los dones mejores”. Existen tres interpretaciones de este mandamiento:
Primero, con el fin de hacer que las lenguas sea el “don mayor” algunos argumentan que todos los otros dones ya existían en el Antiguo Testamento, y que el único don espiritual nuevo es el de lenguas, lo cual lo hace el don más deseado por todos. Tristemente, esto viola varios conceptos bíblicos ya discutidos y da un giro en la manera de interpretar la Biblia.
Segundo, por la forma del verbo el contexto determina si es una orden o no. Si no lo fuera sería traducido así, “pero ustedes están deseando ardientemente los dones mejores”.
Tercero, al estar el verbo en plural, significa que no es una orden para individuos sino para toda la congregación, que deben “ser celosos de” o “profundamente comprometidos a” los “mejores” dones (“de más alto rango, o estatus o los dones “más útiles y productivos)”. Pablo categorizó los dones espirituales que comunican la palabra de Dios “primeramente apóstoles, segundo profetas, tercero maestros, después [cuarto] milagros, después [quinto] dones de sanidad, ayuda, administración, variedad de lenguas” (1 Co 12:28). El don de lenguas está categorizado en el último peldaño de efectividad, porque nadie puede entenderlo.
Todo Corintios 14 está dedicado a comprobar que el don de lenguas es totalmente “improductivo” por sí solo. El propósito para las lenguas era ser “señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos” (1 Co 14:22), especialmente para los Judíos a quienes se les había prometido esa señal (14:21), tal como fue demostrado en el Día de Pentecostés, cuando se hablaron 16 lenguas contemporáneas a los Judíos no creyentes (Hechos 2).
No permitas que las espectacularidades te distraigan de tu amor por Dios y del estudio de Su Palabra. Deberíamos dar prioridad a los más grandes dones que exhortan y enseñan a las congregaciones.
“La Biblia es Tu mensaje para la humanidad. Ayuda, por favor, a Tus hijos a usar al máximo sus dones de comunicar a fin de preparar a Tu iglesia para Tu pronto retorno a la tierra.”