Mateo 5:16 “Así alumbre*~ vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
¿Puedes imaginarte estando perdido en la oscuridad de la selva cuando de pronto aparece una luz? Nace la esperanza de ser rescatado, pero las dudas te llevan a investigar.
Cuando estás seguro que efectivamente vienen a rescatarte, el alivio estalla en agradecimiento y corres hacia la luz.
Jesús dijo, “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). No solo Él iba a ser “luz”, ni lo sería por mucho tiempo: “Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo” (9:5).
Los incrédulos están en tinieblas: “el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él” (11:10), la luz de la presencia de Jesús está dentro del creyente. Jesús dijo a sus discípulos, “creed en la luz, para que seáis hijos de luz” (12:36).
“Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas” (12:46).
Dijo a sus discípulos, “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder” (Mt 5:14). ¡Qué cruel esconder la luz a un mundo en necesidad! Por eso les ordenó, “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras”. Cuando la gente en necesidad ve una fuente de “buenas obras” fluyendo del creyente, su respuesta ideal es “dar honor a tu Padre que está en los cielos” (“honor”, significa “reconocerle a Él por Quién y Qué es Él es”).
Sin embargo, es una elección: “Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas” (Jn 3:19NTV). Pero “Si estás lleno de luz, sin rincones oscuros, entonces toda tu vida será radiante, como si un reflector te llenara con su luz” (Lucas 11:36NTV).
Aquellos que están en la luz viven para validar la genuinidad de la luz de Cristo a través de sus “buenas obras” de sacrificio por quienes están en la oscuridad.
“Tu Espíritu vive en mí, dame la luz del entendimiento a través de Tu palabra. Guíame para hacer que la luz brille por el bien de aquellos que no te conocen.”