Tito 1:13 “Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos~~ duramente, para que sean sanos en la fe.”
“El amor firme” nunca es fácil. La iglesia primitiva era presa de muchas ideas falsas porque había pocos textos bíblicos. Aparecían muchos maestros haciéndose llamar apóstoles y profetas.
En su carta a Timoteo, Pablo escribió: “El Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia…” (1 Tim 4:1-2).
Pedro enfrentó lo mismo: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas” (2 P 2:1-3).
A Tito le advirtió que estos eran “…contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión” (Tito 1:10). Sus palabras eran atractivas pero vacías, envolvían su falsedad en conceptos distorsionados y tomaban de la Biblia textos fuera de contexto.
La responsabilidad de Tito acerca de estos falsos maestros era asegurarse de que “a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene” (1:11). Uno de sus propios profetas dijo: “Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos” (1:12); Pablo agregó: “Este testimonio es verdadero” (1:13ª).
En Tito 1:13, le ordena: “por tanto, repréndelos duramente”, significa “exponer, vergüenza, desgracia, o comprobar que está equivocado”. La palabra “duramente” significa “bruscamente o con dureza”. Los maestros falsos son peligrosos para la fe de muchos y deben ser sacados del liderazgo o de cualquier rol de influencia para demostrar la seriedad del peligro de la doctrina incorrecta.
Pablo nos ordenó ser estrictos con aquellos que contradicen los mandamientos “Tomen nota de quienes rehúsan obedecer lo que decimos en esta carta. Aléjense de ellos, para que se avergüencen” (2 Ts 3:14). Los líderes deben ser valientes.
Pablo quiere “que sean sanos en la fe”. Este es el “amor firme”. Siempre se preocupó de la obediencia a la verdad. ¡Eso hace un líder! ¿Puedes manejar esta responsabilidad?
“Enséñame a estar tan deseoso de dar exhortación y corrección así como de recibirlas, especialmente cuando lo merezco.”