1 Pedro 4:19. De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden~~ sus almas al fiel Creador y hagan el bien.
El Occidente está cambiando de una visión mundial post-Cristiana a una cada vez más anti-Cristiana. La iglesia primitiva proclamaba que Jesucristo era el Rey de reyes, y no César.
Este choque de poderes y autoridad no fue tolerado, por lo tanto sufrieron las consecuencias. ¿Estamos dispuestos a pagar el precio de seguir a Cristo públicamente y perder nuestros empleos, ser fuertemente multados, ser encarcelados por Su causa? En el 2011 se estimó que aproximadamente 100 millones de Cristianos sufrían persecución diariamente.
“Sufrir de acuerdo a la voluntad de Dios” parece contradictorio. Naturalmente, es más fácil confiar en la voluntad de Dios cuando la vida va viento en popa y las cosas prosperan, pero ahí nadie puede diferenciar entre un inconverso próspero y un Cristiano próspero.
Este sufrimiento no se debe a una recesión económica o a un castigo por violar las leyes, sino que llegarán tiempos cuando el gobierno cierre los ministerios cristianos, confisque las casas y las cuentas de los creyentes, o que grupos anti-cristianos radicales ataquen a los creyentes porque se atreven a seguir a Cristo y a Su Palabra.
El propósito de Dios para permitir que el pecado y la maldad sean tan flagrantes y obvios es que clamemos por justicia. Esta es la razón por la cual en siete cortos años Dios dejará que la maldad no tenga restricciones, para mostrar lo merecido de “las uvas en el gran lagar de la ira de Dios” (Ap 14:19). Puede ser horrible, pero el propósito real de Dios para los creyentes se verá en el milenio y a lo largo de toda la eternidad.
Pedro dijo, “continuamente confiemos [nuestras] almas al Fiel Creador”. “Confiar” o “entregar” significa “poner al lado de, o cerca de, alguien”. Jesús utilizó esta palabra en la cruz cuando entregó Su espíritu al Padre (Lucas 23:46).
Se nos ordena ahora entregar nuestras almas al Creador, mientras “siguen haciendo el bien”, es decir, “obras buenas”. El Creador está en control, y podemos confiar en Él en toda circunstancia. Él no se equivoca. Confía en Él.
“Gracias, Señor, por mostrarme que este mundo no es todo lo que hay. Quiero decirte que no puedo esperar hasta verte cara a cara. Todo lo que soy es completamente Tuyo. Haz hoy conmigo lo que Tú quieras.”