Rom. 14: 5 “Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido~~ en su propia mente.”
Los creyentes a veces podemos criticar y juzgar fácilmente pensando que somos más espirituales que otros. Podríamos degradar a otras personas para poder sostener nuestro propio sentido de justicia.
Hay “áreas grises” en las Escrituras que dan libertad para escoger. Generalmente, quienes tienen una posición más estricta piensan que son más espirituales y ven a quienes tienen puntos de vista más liberales como cristianos carnales o desobedientes. Pablo escribió Romanos 14:1-15:13 para borrar esas actitudes falsas, divisorias y destructivas.
El primer tema en debate era señalar qué día de la semana tendría un significado especial: “Una persona elige un día como más santo que los demás, y otra elige a todos los días como iguales”. Los creyentes con muchos escrúpulos y convicciones deseaban tener un día especial dedicado a descansar, a la familia y a adorar. Querían también estar separados de cualquier fiesta pagana y comer solo ciertas comidas.
Pablo les advirtió a los Colosenses, “Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo” (Col 2:16). No prohibió esas prácticas, pero sí insistió en que no brindaban ningún beneficio espiritual.
El mandamiento es que “cada uno esté plenamente convencido en su propia mente” lo que significa que deberíamos “estar completamente seguros de la verdad”. Es una firme convicción de que ese patrón de conducta es la voluntad de Dios para nosotros (Ro 12:2).
Pablo les preguntó a los Romanos, “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿Por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo” (Ro 14:10). Debemos estar “sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa” (Fil 2:2).
No significa que debemos estar de acuerdo en minucias ni en áreas de libertad, sino que humildemente debemos comprometernos a honrarnos y servirnos mutuamente (2:3-4). ¿Estás de acuerdo en “no estar de acuerdo” pero seguirlos amando como tu familia?
“Amado Señor, la Biblia es nuestra guía para conocerte y para tener “la mente de Cristo” mientras aprendemos a gobernar nuestro diario vivir. Dame sabiduría para mantenerme firme en lo que Tú me has aclarado y a mostrar amor y tolerancia a otros hermanos en áreas en donde Tu palabra no es tan clara.”