1 Tim 5:7 “Manda~~ también estas cosas para que sean irreprensibles;”
Un entrenador da instrucciones a sus jugadores no solamente para ganar sino también para jugar cuidando las reglas, con respeto, y evitando penalidades.
Asimismo, Pablo quiere que todos los creyentes escuchen sus instrucciones y “mandamientos”, pero muchos deciden ignorar los mandamientos del Nuevo Testamento.
Los mandamientos, en este contexto, nos guían a cuidar de los que están en necesidad, especialmente dentro de nuestros propios hogares, siempre con la prioridad de predicar el evangelio. Pablo dice enfáticamente, “Estén continua y habitualmente reforzando estos mandamientos”. En el capítulo anterior Pablo es específico: “Esto manda y enseña” (1 Ti 4:11).
En el Antiguo Testamento se describe a Dios como “Padre a los que no tienen padre” y “protector de las viudas” (Sal 68:5). Dios dijo a Israel, “No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque si tú y tu pueblo lo hacen, y ellos me piden ayuda, yo te aseguro que atenderé a su clamor” (Ex 22:22-23NIV). Santiago dijo que la verdadera religión es cuidar a las viudas “en sus aflicciones” (Stg 1:27).
La iglesia de Éfeso obedeció este mandamiento y organizó un apoyo financiero para las viudas. Sin embargo, las viudas jóvenes, que no necesitaban ese tipo de ayuda, abusaron. Las buenas intenciones se echan a perder cuando la gente egoísta se aprovecha de los generosos, pero eso no debería apagar el deseo de hacer lo correcto.
Pablo aclara que, “una viuda menor a los sesenta años” no debería ser sostenida (5:9, 11, 13,14). “Las viudas que realmente necesitaban” (5:3) eran las que no tenían hijos o nietos (5:4) que pudieran responsabilizarse de ellas. Cuidar de tus padres ancianos “es agradable en los ojos de Dios” (5:4-8).
Debemos tomar decisiones difíciles en cuanto a cómo distribuir nuestro tiempo y recursos, manteniendo siempre la prioridad de esparcir el evangelio, sin olvidar a quienes están alrededor nuestro y tienen necesidad. La sabiduría y la planificación pueden mantenernos “irreprochables” (irreprensible, intachable) para que los perdidos no ignoren el valor del evangelio. Sigue Sus instrucciones y no te equivocarás.
“Padre celestial, oro por nuestros pastores y maestros de la Palabra. Por favor dales la sabiduría que necesitan para continuamente enseñarnos Tus preceptos. Quiero que siempre recordemos enseñar Tus preceptos a nuestros hijos y nietos y así mantener Tu deseo vivo en nuestras vidas.”