Colosenses 2:8 “Mirad~~ que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”
Cuando una persona llega a Cristo “todas las cosas son hechas nuevas” (2 Co 5:17), pero esta transformación requiere de nuevas creencias y valores en cuanto a la vida y a la realidad, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (Ro 12:2); requiere pensar bíblicamente.
“Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mt 7:15). Los falsos maestros pueden convencer a los creyentes de valores o prioridades equivocadas y de errores, “Así que vosotros, oh amados…, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza” (2 P 3:17).
La advertencia de Dios es “no permitir que nadie os engañe”. Cuando ignoramos la Palabra de Dios, podemos no ver la facilidad con que somos atraídos por las falsas enseñanzas. Este engaño y fascinación vienen a través de “filosofías vacías y engañosas” que son especulaciones, argumentos milagrosos o deducción lógica para responder preguntas que la palabra de Dios no responde.
Las dos fuentes de estas filosofías son: “las tradiciones humanas y los rudimentos del mundo”.
La primera fuente, “tradiciones humanas” son cosas añadidas a las Escrituras y que luego se convierten en sagradas. A Jesús le preguntaron, “Por qué sus discípulos no vivían de acuerdo a las tradiciones de los ancianos” (Mr 7:5). Pensaban que la gente espiritual hace las cosas de manera establecida.
La segunda fuente, “rudimentos del mundo” o “cosas básicas”, se refiere a pensamientos superficiales e infantiles. Gálatas 4:3 menciona a los no-salvos, “en esclavitud bajo los rudimentos del mundo”, o que piensan superficialmente que debemos o podemos ser lo suficientemente buenos para lograr la salvación.
Estas ideas tontas no “están de acuerdo a Cristo”, que “ha perdonado todas nuestras transgresiones al cancelar la deuda que está contra nosotros… quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Col 2:13-14).
Los falsos maestros hacen énfasis en nuevas revelaciones o en tradiciones que distraen de la Palabra de Dios. Desarrolla tú un plan para estudiar y conocer Su Palabra, y así reconocer el error.
“Padre, ayúdame a ser cautivado únicamente por Tu amor y verdad en lugar de permitir que mi pensamiento sea nublado por las formas engañosas de este mundo.”