1 Pedro 1:15 “Sino, como aquel que os llamó es santo, sed*~ también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir.”
El pastor y autor John Bunyan del siglo XVII escribió lo siguiente en su Biblia: “Este Libro te aleja del pecado, o el pecado te aleja de este Libro”.
El mandamiento de hoy es el quinto de una serie de mandamientos de 1 de Pedro 1:13-16: “Sed santos”.
Después de comprometerse a seguir a Cristo, muchos siguen siendo atraídos por sus patrones anteriores de pecado; no obstante, Dios vino a sus vidas en la persona poderosa del Espíritu Santo con el propósito de transformarlos en un reflejo Suyo.
Dios llama a todos los creyentes a desarrollar la naturaleza de nuestro Padre celestial, Quien nos dio un “nuevo nacimiento” y el “poder” para que esto sea una realidad: “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su Gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” (2 P 1:3-4).
La santidad de Dios o Su “naturaleza divina” significa que Él está completamente separado del pecado y de la maldad. El pecado es tan contrario a Su carácter, que Él repudia cualquiera de sus aspectos. Agradecidamente, Dios nos ha otorgado Su justicia perfecta, por Su gracia, al creer en Sus promesas.
Ahora, nos ordena que vivamos tan justamente como Él, por medio de la fe: “sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir.” El tiempo aoristo del verbo no significa que tú no eres santo y que tienes que ser santo, sino que “inmediatamente decidas mostrar que eres santo”.
Dios quiere que seamos como Él en todo aspecto de nuestra vida: “Sean santos, porque Yo soy santo” (1 P 1:16). Con la salvación comienza nuestra búsqueda activa de oponernos al pecado y demostrar cuánto queremos ser como nuestro Dios y Salvador Jesucristo. Sé santo para Él.
“Querido Jesús, por Tu sacrificio hemos sido hechos justos. Queremos vivir justamente para mostrarte nuestro aprecio por esta nueva relación contigo; ayúdanos a decidirnos, de una vez por todas, a vivir de acuerdo a Tu santidad.”